Campaña presiona por advertencia obligatoria de alérgenos en etiquetas

Un grupo de madres se unió y creó en Facebook una campaña que reivindica la inclusión obligatoria de informaciones claras acerca de la presencia de ingredientes alérgenos o rastros de esos ingredientes en las etiquetas de los alimentos.
La idea de la campaña se originó del intercambio de informaciones online con más de 700 familias cuyos hijos sufren alergias alimentarias. El grupo decidió crear el movimiento con el objetivo de concienciar a la sociedad de los riesgos que el etiquetado incompleto e impreciso puede ocasionar en los consumidores afectados por alergias. El consumo del producto contaminado por la persona alérgica puede provocar –dependiendo de su grado de sensibilidad– un choque anafiláctico, el cierre de la glotis u otras reacciones graves y potencialmente fatales. En diez días de campaña, la hashtag #poenorotulo ("Ponga en la etiqueta", en español) ya tiene más de 11 300 seguidores.
Motivada por las dificultades a que se enfrentaba en el día a día para comprar productos seguros a su hijo Rafael, de 2 años, la abogada de São Paulo Maria Cecília Chaddad Cury hizo doctorado en Derecho Constitucional con foco en el etiquetado de alérgenos en los alimentos. Rafael tiene alergia a la leche y la soja y nunca consumió alimentos altamente alergénicos como cacahuetes, semillas oleaginosas y crustáceos.
"Empecé a eliminar diversos alimentos de la dieta familiar y me sorprendió el hecho de no haber encontrado ninguna norma sobre el tema", dijo Maria Cecília. Como ejemplo, ella menciona una crema chantillí cuya etiqueta no advierte la presencia de leche, pero sí de caseinato de sodio, una proteína de la leche. "¿Cuántas personas saben de eso y conocen esos nombres complicados? Al fin y al cabo, ellas piensan que el producto no contiene leche", comentó.
Un estudio realizado en 2009 por la Unidad de Alergia e Inmunología del Hospital de la Universidad de São Paulo apuntó que el 39,5% de las reacciones alérgicas a la leche de vaca estaban relacionadas con errores en la lectura de etiquetas.
Maria Cecília señala que recae injustamente sobre las familias la responsabilidad de leer atentamente etiquetas con largas listas de ingredientes, a menudo escritas con letras pequeñas y llenas de términos desconocidos, para averiguar si aquel alimento es propio para el consumo.
Las madres defienden que las etiquetas de los productos informen claramente si éste contiene ingredientes de alto potencial alergénico, o incluso rastros de esos ingredientes, tales como leche, soja, huevo, trigo, cacahuetes, semillas oleaginosas, frutos secos y pescados. Según apuntan las mujeres, eso ya ocurre con el gluten, una sustancia que no puede ser ingerida por personas que padecen enfermedad celíaca. La Ley 10.674/2003 ha hecho obligatoria la inclusión de la leyenda "contiene gluten" o "no contiene gluten" en los envases de los alimentos procesados.
La periodista de Río de Janeiro Mariana Claudino es madre de Mateus, de 4 años, quien sufre de una alergia severa a las proteínas de la leche, entre ellas la caseína. Ella dijo a la Agencia Brasil que los servicios de atención al cliente de la industria alimentaria y las escuelas no están, en general, bien informados sobre alergias alimentarias.
"Esos servicios normalmente ignoran la importancia de proporcionar informaciones claras acerca de la maquinaria utilizada en la producción de diversos alimentos y cuando hay el riesgo de contaminación cruzada. Y como no es ley, esas informaciones no están explícitas. Las personas creen que la alergia alimentaria es algo insignificante, que se trata de un mero picazón, pero la verdad es que puede ser fatal a quienes sufren de alergias severas, apuntó Mariana.
La periodista recordó que la última crisis de su hijo se produjo cuando él jugaba con tiza en la escuela. "Descubrimos que aquella marca de tiza contenía caseína. No se trata solamente de lo que ingerimos; en realidad, la proteína de la leche está presente en productos que nunca podríamos imaginar, tales como colchones, cremas de cuerpo, filtros solares".
En razón de la alergia severa de Mateus, Mariana redobló sus precauciones, que incluyen por ejemplo comer fuera de casa solamente en restaurantes fiables. Ella también guarda un frasco de adrenalina inyectable en la escuela de su hijo y otra en casa en caso de que el niño tenga un choque anafiláctico.
La campaña "Ponga en la etiqueta" propone que se cree una legislación específica sobre el tema o que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) establezca una norma que obligue a la industria de alimentos a hacer el etiquetado correcto de los alérgenos.
La Anvisa informó a la Agencia Brasil que hay una discusión a ese respecto en el marco del Mercosur, pero indicó que la adopción de una propuesta concreta depende del consenso entre los países . El tema ya lleva cuatro años de discusión, según la agencia sanitaria. En Estados Unidos, las industrias son obligadas a proporcionar ese tipo de información desde 2006, en la Unión Europea, Australia y Nueva Zelanda, desde 2003 y en Canadá, desde 2011.
Traducción: Lucas Magdiel
Fonte: Campaña presiona por advertencia obligatoria de alérgenos en etiquetas

