Para impulsar la producción y reanudar el crecimiento, el gobierno brasileño anunció el jueves medidas de estímulo al crédito que inyectarán US$ 20 mil millones en la economía.
La que tendrá más impacto agiliza la aplicación de recursos del Fondo de Inversiones, perteneciente al Fondo de Garantía de Tiempo de Servicio, en emprendimientos del sector de infraestructura, ya que simplificará la emisión de bonos y liberará hasta US$ 5,4 mil millones. Esa medida, sin embargo, necesita la aprobación del parlamento.
En segundo lugar, está la autorización para que trabajadores del sector privado utilicen parte de la multa rescisoria del Fondo, que se paga por despido injustificado, como garantía para préstamos de nómina.
El gobierno también anunció el aumento de préstamos de bancos públicos con tasas de interés más bajas que las del mercado.
Según el ministro de Hacienda, Nelson Barbosa, las medidas no se traducirán en costo para el gobierno porque las financiaciones seguirán las tasas del mercado y el gobierno solo está simplificando procedimientos y reduciendo riesgos, lo que ayuda el propio mercado a reducir las tasas de interés. Él explico que “en lo que respecta al crédito, la mayoría de las iniciativas son istrativas, sin generar costos adicionales a los contribuyentes”.
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