logo Agência Brasil
Derechos Humanos

Instituto alerta: plataformas deben proteger a niños y adolescentes

Dicen expertos en educación digital
Daniella Almeida – Reportera de Agência Brasil
Publicado en 17/04/2025 - 09:59
Brasilia
Fraude, golpe, cibercrime, telefone celular- Idec aponta fragilidades na segurança de aplicativos de bancos. Foto: rawpixel.com / Chanikarn Thongsupa
© rawpixel.com / Chanikarn Thongsu

Frente a cámaras que transmiten sus movimientos en vivo para 141 personas en internet, un adolescente de 17 años lanza cócteles molotov contra un hombre que dormía en situación de calle en Río de Janeiro. La víctima sobrevive, pero queda en estado grave y sufre quemaduras en el 70% del cuerpo.

Según la Policía Civil de Río de Janeiro, el crimen atroz fue incentivado y contratado a través de Discord, una plataforma digital frecuentemente utilizada por niños y jóvenes para chatear. En un desafío promovido por s de la plataforma, se ofreció un premio de R$ 2 mil al adolescente.

Las investigaciones constataron que el ataque no fue un acto aislado y demuestran el peligro al acecho de niños y adolescentes en internet —ya sean blanco de la violencia o inducidos a cometerla.

Los es del servidor que difundió el video del ataque formaban parte de una organización criminal especializada en crímenes cibernéticos. En este contexto, están siendo investigados por delitos de odio, intento de homicidio, instigación al suicidio, maltrato animal, apología al nazismo, y almacenamiento y difusión de pornografía infantil.

“La actuación del grupo es tan significativa en el escenario virtual que llamó la atención de dos agencias independientes de Estados Unidos, las cuales emitieron informes sobre los hechos, contribuyendo con el trabajo de los policías civiles involucrados en el caso”, informó la corporación.

Responsabilidad compartida

La responsabilidad por entornos digitales seguros para niños y adolescentes es compartida entre las familias y las escuelas, y no debe estar disociada de la regulación de las grandes empresas tecnológicas por parte del Poder Público, defiende Rodrigo Nejm, coordinador en el Instituto Alana.

El especialista en educación digital sostiene que se debe responsabilizar a las plataformas virtuales que no protegen a los adolescentes dentro de sus espacios.

Nejm considera que es obligación de las llamadas big techs adoptar procedimientos de seguridad. “[Se necesitan] mecanismos de protección que impliquen una mayor responsabilización de las empresas que no protejan a los adolescentes que están allí; mecanismos de recomendación de contenido más cuidadosos, para no recomendar contenido violento o no saludable; y regulación también para responsabilizar a las empresas que utilizan funciones de diseño adictivas, es decir, funciones conocidas como diseño manipulativo, que comprobadamente causan daños a la salud de los s.”

Verificación de edad

Otro procedimiento recomendado es la verificación de edad, con métodos que vayan más allá de la autodeclaración, fácilmente burlada cuando el simplemente informa su fecha de nacimiento. En diciembre de 2024, fue aprobado en el Senado Federal y está en discusión en la Cámara de Diputados un proyecto de ley que prevé la verificación de edad en servicios de redes sociales y en sitios pornográficos.

De acuerdo con Rodrigo Nejm, la comprobación de la edad del internauta es una importante barrera para la entrada de niños y adolescentes en las redes sociales, para evitar que personas muy jóvenes accedan a servicios y contenidos destinados a públicos mayores. Sin embargo, también es necesario cuidar de quienes ya navegan en estos entornos.

“Existen varios métodos posibles, que pueden ser más rigurosos para plataformas más peligrosas, y métodos más básicos para plataformas de menor riesgo. Entonces, lo que necesitamos ahora, definitivamente, en Brasil es una regulación que exija la existencia de estos métodos”.

Ciberacoso

El debate sobre el estímulo a la violencia en entornos digitales, sobre todo con la captación de niños y adolescentes para la práctica de crímenes, ganó aún más impulso con el éxito internacional de Adolescencia, en la plataforma de streaming Netflix. En cuatro episodios, la serie trata sobre el asesinato de una niña, cuyo principal sospechoso es un compañero de escuela. Con adolescentes inmersos en lenguajes propios y en plataformas digitales que sus padres y las autoridades desconocen, el seriado muestra el desamparo de los menores de edad y la falta de preparación de los adultos ante las múltiples amenazas del entorno digital.

Entre estas violencias a las que están sujetos niños y adolescentes está el ciberacoso, también presente en la narrativa de la serie británica. La psicóloga y neuropsicóloga del Instituto de Psicología Aplicada y Formación de Portugal (IPAF), Juliana Gebrin, considera que la serie es importante para el proceso de concientización sobre la ocurrencia del acoso en las escuelas y en otros espacios de convivencia física y virtual.

Gebrin defiende que la mejor manera de abordar el tema es la prevención, y que es necesario que los responsables y las escuelas identifiquen señales de que el acoso está ocurriendo. Los síntomas pueden ser percibidos tanto en los agresores como en las víctimas. Ella observa que, en varias situaciones, el agresor puede haber sido víctima de otras persecuciones.

“Veo a muchas personas heridas hiriendo a otras. No quiero justificar la conducta malintencionada de quien hace acoso, sino explicar. Veo esta situación perpetuarse: personas que ya sufrieron alguna situación similar”, dijo.

La experta traza un perfil del agresor e indica tratamiento psicológico. “Son personas que sienten placer por el poder. Para elevar un poco la autoestima, necesitan ‘pisar el cuello’ de otras personas para reafirmarse. Algunos pueden tener rasgos de psicopatología, sí, sintiendo placer al ver el sufrimiento ajeno, bajo el pretexto de una broma. Pero eso no es una broma que deba hacerse con nadie”, afirmó tajante.

Traumas

Por su experiencia clínica en consultorios, la neuropsicóloga Juliana Gebrin señala que las principales víctimas del acoso son individuos que se desvían de los estándares de belleza, comportamiento o pensamiento socialmente aceptados; personas con discapacidad, LGBTQIA+, niños y adolescentes tímidos.

Las víctimas suelen cambiar su propio comportamiento de manera drástica, se vuelven más agresivas, ansiosas o deprimidas, con baja autoestima, tienden al aislamiento social y, en casos más graves, presentan planes e incluso intentos concretos de suicidio. La profesional menciona otros indicios de sufrimientos emocionales.

“El acoso perjudica todo. El rendimiento escolar comienza a decaer de manera abrupta; las relaciones sociales también, porque la persona ya no querrá relacionarse al creer que los demás poseen esa maldad del acoso; la tendencia al aislamiento es el intento de protegerse del mundo en el que vive. Existe la tendencia a desarrollar ansiedad, depresión, cuadros de TEPT, que es el trastorno de estrés postraumático”, explica la neuropsicóloga Juliana Gebrin.