Encuesta: adolescentes carecen de apoyo para manejar redes sociales

Una encuesta realizada en abril reveló que el 90% de los brasileños mayores de 18 años con a internet considera que los adolescentes no reciben el apoyo emocional y social necesario para enfrentar el entorno digital, especialmente las redes sociales. El estudio entrevistó a mil brasileños conectados de todas las regiones y clases sociales, mayores de 18 años.
El margen de error es de 3 puntos porcentuales para el total de la muestra, con un intervalo de confianza del 95%.
Según la investigación, 9 de cada 10 brasileños creen que los jóvenes no cuentan con suficiente apoyo emocional y social; el 70% aboga por la presencia de psicólogos en las escuelas como una medida esencial para cambiar esta situación.
El estudio fue realizado por Porto Digital, en colaboración con Offerwise, empresa especializada en estudios de mercado en América Latina y el mundo hispano, a partir de la repercusión de una serie que abordó el lado oscuro de la juventud inmersa en el mundo digital y el abismo entre padres e hijos.
Para el 57% de los encuestados, el bullying y la violencia escolar son dos de los principales desafíos de salud mental. También se destacan la depresión y la ansiedad (48%) y la presión estética (32%).
Según el presidente de Porto Digital, Pierre Lucena, la serie "Adolescencia", presentada por la plataforma de streaming Netflix, puso en evidencia la necesidad de debatir el tema.
“El cuidado de la juventud debe ser un compromiso compartido, que involucre a escuelas, familias, empresas y gobiernos. Esta investigación evidencia que no basta con discutir la innovación tecnológica: es necesario humanizarla y ponerla al servicio de la sociedad”, afirmó.
Tiempo de navegación
La investigación muestra que una de las herramientas utilizadas por los padres es el control del tiempo de navegación en internet. Según el estudio, entre los niños de hasta 12 años, el control tiende a ser más riguroso y constante, incluso con el uso de mecanismos de monitoreo. Sin embargo, solo el 20% de los padres respondió que planea utilizar alguna herramienta de control en el futuro.
En el caso de los adolescentes de 13 a 17 años, la supervisión tiende a disminuir. Los padres aún supervisan, pero de manera más flexible, permitiendo mayor autonomía.
Para el director general de Offerwise, Julio Calil, el escenario muestra la necesidad de desarrollar espacios de acogida y orientación, tanto para los padres como para los hijos, como alternativas para la protección en el entorno digital.
“Los resultados de la investigación nos muestran que la población percibe la necesidad de un esfuerzo conjunto para crear espacios más seguros y de apoyo en las escuelas, especialmente ante el uso precoz e intenso de las redes sociales”, señaló.
Plataformas
Recientemente, las principales plataformas digitales modificaron sus reglas para restringir o eliminar la moderación de contenidos publicados en internet, dificultando la identificación de cuentas o publicaciones con contenidos considerados criminales.
Para el profesor adjunto de psicología de la Universidad Federal de Pernambuco, Luciano Meira, tal decisión parece priorizar intereses comerciales y políticos de los propietarios de las redes.
“Esta decisión disminuye la responsabilidad social de las grandes tecnológicas, de las corporaciones, de las organizaciones que controlan las plataformas. Esto tiene un impacto directo en la proliferación de odio, desinformación, contenidos perjudiciales en diversas capas, especialmente entre poblaciones vulnerables. Muchos jóvenes quedan más expuestos a contenidos inadecuados sin esa moderación y, por supuesto, cuando se trata de desinformación, esto ataca a las instituciones y a la propia democracia”, evaluó.
Contrapunto
Por otro lado, el Supremo Tribunal Federal (STF) está juzgando la constitucionalidad de la ley de 2014 que estableció el Marco Civil de Internet, según la cual proveedores, sitios web y redes sociales solo pueden ser responsabilizados por contenido ofensivo o dañino publicado por s en caso de incumplimiento de una orden judicial de remoción.
Doctor en educación matemática por la Universidad de California y maestro en psicología cognitiva, Meira señala que la ausencia de una decisión sobre el tema puede llevar a una posible sobrecarga judicial.
“Puede haber un aumento considerable de casos judiciales precisamente por la falta de estas acciones preventivas. Entonces, es posible preservar la libertad de expresión con una moderación responsable”, dijo.
Además, tramita en el Congreso Nacional un proyecto de ley de regulación de las plataformas digitales. Este trata sobre la responsabilidad civil de las plataformas y también incluye elementos de prevención de la difusión de contenidos ilegales y perjudiciales para individuos o colectivos.
“Aquellos que defienden la desregulación total de las redes ciertamente tienen una idea frágil e inconsistente de lo que es la libertad. Una libertad restringida sin control social destruye, degenera las bases de nuestra capacidad de construir y hacer evolucionar una civilización. Entonces, claramente, la autorregulación es insuficiente, especialmente tratándose de empresas que buscan ganancias a través, por ejemplo, de la publicidad, del comercio, en fin, las grandes plataformas, las grandes tecnológicas”, alertó.
Límites claros
El profesor considera que, mientras no haya una decisión sobre el tema, es necesario construir un ambiente de confianza en la escuela, en la familia y en los demás espacios donde niños y jóvenes son acogidos, para evitar que sean sometidos a situaciones de difusión de odio y bullying, entre otras.
Otro punto defendido por el profesor es el establecimiento de límites claros sobre el uso de internet y de redes sociales, como, por ejemplo, de tiempo y de tipos de relación.
“Eso no se va a realizar, no se va a cumplir si no existe un diálogo abierto en el que niños y adolescentes entiendan que existen contenidos inadecuados y que necesitan tener sentido crítico, tener su pensamiento y formas de razonamiento. Sin embargo, en esa franja etaria, simplemente aún no consiguen captar los riesgos. Por eso, necesitan de un adulto que tenga al menos una intuición más aguda para identificar formas de ciberacoso, de exposición excesiva, de contenidos inadecuados, de o con desconocidos, entre otros tipos de relaciones”, dijo.
Por último, el profesor defiende que no se debe dejar de lado el mundo real y ejemplifica con la legislación que prohíbe el uso de celulares en las escuelas brasileñas.
“Más recientemente, las escuelas han visto algún movimiento para que los niños vuelvan a construir relaciones en el mundo físico. Por ejemplo, al prohibir el uso de dispositivos en las escuelas, invitan a los niños a una existencia que también es offline. Al final de cuentas, es necesario un equilibrio entre estos mundos para que, al final, tengamos la construcción de relaciones sociales más duraderas y que se basen en la confianza entre las personas y no solo en algoritmos”, concluyó.


